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La Navidad es una época que llevan esperando muchas personas ya que es un periodo de tiempo muy entrañable en el que nos solemos juntar con nuestros familiares, amigos más cercanos y compañeros de trabajo para celebrar el fin de un año lleno de momentos inolvidables.
Sin embargo, entre tantas comidas de empresa y cenas de Nochebuena y Nochevieja, nuestras costumbres alimenticias se alteran significativamente; lo que puede causar malestar estomacal por esos atracones de comida y bebida o la típica subida de peso post-vacacional.
Para que físicamente no sufras tanto la cuesta de Enero, puedes seguir estos 7 consejos para no descuidar tu salud durante la Navidad:
Resumen
Cuidado con el alcohol
Todas las bebidas alcohólicas tienen calorías vacías, es decir, no ofrecen ningún tipo de aporte nutritivo a nuestro organismo. Las calorías de las bebidas alcohólicas varían según el líquido.
Por ejemplo, una copa de champán (150ml), la bebida por excelencia para brindar en Navidad, tiene unas 100 calorías; mientras que ese vino que se suele tomar en las cenas de Navidad, cada copa (150ml) de vino tinto tiene unas 100 calorías, mientras que en el caso del vino blanco esa cantidad sube hasta las 120 calorías aproximadamente.
Evita los atracones a comida y bebida
En el pasado quizás la época navideña se caracterizaba por comer alimentos especiales que normalmente no se ingerían durante el resto del año. Pero los tiempos han cambiado y no necesitas probar todo y en grandes cantidades en una única comida. Siempre tendrás el resto del año para comer alimentos diferentes, no tienes que comer de todo durante el mismo día.
Recuerda que algunas de las consecuencias de los atracones navideños son: aumento de gases, malestar general o acidez de estómago. Y si te pasas con la bebida, ¿qué te vamos a contar de esas resacas que te dejarán prácticamente inactivo y tirado en el sofá durante todo el día?
En Navidad también se puede hacer deporte
Durante las navidades muchas personas tienen más tiempo libre y si te sabes organizar bien, además de poder disfrutar de esas reuniones tan entrañables, también puedes encontrar un poco de tiempo para hacer deporte.
Si durante dos o tres días a la semana realizas una actividad física de impacto bajo/medio, como correr, montar en bicicleta o nadar, tu cuerpo te lo agradecerá y digerirás mejor esos excesos de las comidas navideñas. Otros deportes que puedes practicar en Navidad son yoga, pilates, zumba o aquagym.
En vez de tragar, saborea
Las comidas y cenas navideñas suelen ser recetas muy elaboradas que probablemente despertarán de un gran letargo a tus papilas gustativas. Entonces, ¿por qué vas a devorar la comida si la puedes disfrutar saboreándola? Además, si masticas adecuadamente, la digestión de los alimentos será mucho más sencilla.
Cuidado con los “experimentos alimenticios”
Quizás la Navidad no sea el mejor momento para hacer experimentos con la comida. Por ejemplo, si lo tuyo no es el picante y sabes que probablemente te va a sentar mal, es mejor que no comas algo con demasiado picante para evitar consecuencias que te pueden amargar el día.
Sigue un plan coherente
El sentido común es fundamental en este aspecto. Por ejemplo, si un día comes demasiado durante la comida, trata de hacer una cena ligera; o trata de espaciar comidas abundantes durante la semana.
La hidratación es fundamental
Recuerda que el 80% de la masa corporal de nuestro cuerpo es agua, por lo que la hidratación es muy importante durante las navidades. Nuestro cuerpo también necesita agua durante la Navidad para evitar cansancio, estreñimiento y dolores de cabeza.
No estamos diciendo que haya que brindar con agua, pero es esencial que todos los días bebas el agua que tu cuerpo necesita para funcionar adecuadamente, unos dos litros diarios.
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